La decisión de colocarse un aparato ortodóncico a partir de cierta edad, requiere una importante inversión monetaria y, en algunos casos, cierta preparación psicológica. Sus efectos son visibles en poco tiempo y son muy duraderos, siempre y cuando durante el tratamiento, y al terminarlo, se sigan las pautas establecidas por el profesional, sobre todo, en lo que a higiene bucal corresponde. El paciente debe abandonar malos hábitos como comer muy rápido, tocar continuamente los alambres, mordisquear objetos o morderse las uñas, ya que se puede provocar la ruptura del aparato. La ortodoncia no provoca por sí sola ninguna clase de patología periodontal, pero sí que puede desembocar en ella si durante el tratamiento no se cuida exquisitamente la higiene. Es importante controlar el nivel de limpieza oral del paciente para evitar estos problemas.
Los aparatos ortodóncicos retienen los restos de alimentos fácilmente por lo que hay que ser “muy estricto en el correcto cepillado diario y el control de la placa bacteriana. Es conveniente que realice tres veces al día, después de cada comida el cepillado y utilice un enjuague diario de flúor”. Asimismo, se requiere la limpieza interdental con hilo dental, que ayuda a eliminar la placa que se acumula en aquellas zonas a las que o alcanza el cepillo.
Para facilitar esta limpieza bucal, existen cepillos de dientes específicos para la ortodoncia. Estos suelen tener las cerdas recortadas en forma de uve, con el fin de limpiar correctamente tanto por encima como por debajo de los brackets. Por otra parte, se ha comprobado que los cepillos eléctricos pueden eliminar más placa que los manuales, e incluso, en el mercado se pueden encontrar cabezas para estos cepillos específicamente diseñadas para usar con aparatos ortodóncicos.
Si la higiene oral es importante no lo es menos la limpieza del aparato “que debe hacerse con sumo cuidado para no romper ningún bracket”. En cada cepillado, se deben sacar todas las partes extraíbles y quitar las cintas elásticas. Posteriormente, se deberá limpiar la zona de alrededor del aparato, cepillando desde la parte superior hasta la inferior.
El cuidado de los aparatos removibles es muy similar. Se lavará diariamente con agua y jabón, “nunca se debe hervir ni usar productos tóxicos para su limpieza” y se evitará guardarlo en el bolsillo, “para que no se rompa y coja pelusillas” .